El desafío Microtransat es una prueba consistente en diseñar y construir un velero robótico (menor de 4 metros de eslora) capaz de cruzar el océano Atlántico por sus propios medios, esto es sin interacción humana.
Fue lanzado en 2005 por los doctores Mark Neal de la Universidad de Aberystwyth (Gales) e Yves Briere del Institut Supérieur de l’Aéronautique et de l’Espace (ISAE) de Toulouse (Francia), con el ánimo de estimular el desarrollo de este tipo de embarcaciones a través de la competición amistosa. Desde entonces varios equipos de diversas localizaciones se han enfrentado al reto.
Los veleros robóticos
Las características clave de un velero robótico pueden resumirse en:
- Su único medio de propulsión es el viento
- No se controla a distancia; todo el sistema de control está a bordo
- Es completamente autosuficiente en términos de energía

Basándonos en esto, podemos definir un velero robótico como el que es capaz de navegar hacia un destino programado sin control o intervención humana, de una manera segura y fiable. Para ello tiene que ser capaz de reconocer un origen y un destino, y adaptarse continuamente a los cambios climatológicos que se producen a su alrededor, evitando además colisiones con otras embarcaciones, y todo ello mediante su programación informática.
Esta programación se centra en un par de servomecanismos que manejan el barco: uno sobre el timón, para corregir el rumbo de la embarcación (en base a unos “waypoints” de destino previamente seleccionados), y otro sobre la vela, para poder colocarla en la mejor posición frente al viento. Estos actuadores toman sus decisiones en función de la información obtenida por los sensores instalados en el velero (el GPS que le indica su posición, la brújula que le indica su dirección y el anemómetro que le indica la fuerza y dirección del viento).
El desafío Microtransat
Las embarcaciones que toman parte en el desafío pueden partir de donde quieran siempre que en su recorrido atraviesen una de las líneas de partida marcadas por los organizadores (ver las imágenes). Su navegación debe ser autónoma desde 40 millas náuticas antes de atravesar esa línea, y los equipos deben indicar un punto de la línea de llegada que será su objetivo. El margen de error para llegar a ese punto es de un radio de 25 kilómetros.


Las normas de la competición obligan a las embarcaciones a informar de su posición cada seis horas, y para ello van equipadas con sistemas de comunicación vía satélite. La energía que mantiene en funcionamiento tanto estos sistemas de comunicación como los sensores y actuadores del barco se obtiene mediante paneles solares, o va almacenada en baterías instaladas a bordo.
Las embarcaciones participantes pueden ser de dos tipos:
- Veleros robóticos de 4 metros de eslora máxima, cuya única forma de propulsión es el viento
- (Desde 2015) Embarcaciones de cualquier otro medio de propulsión, con una eslora máxima de 2 metros
Además, las embarcaciones se dividen en dos divisiones en función de su nivel de autonomía:
- Barcos completamente autónomos: no pueden recibir ningún mensaje que altere su rumbo y solamente pueden procesar información pública (tal como predicciones meteorológicas, observación de hielos o del Sistema de Identificación Automática AIS)
- División no tripulada: los barcos pueden recibir cualquier tipo de información, incluso si esta le hace cambiar el rumbo originalmente programado
Las normas de la competición son bastante sencilas, se pueden consultar en su web.
Los barcos
Desde 2010 se han producido varios intentos de completar el desafío Microtransat, todos ellos infructuosos:
- Pinta, de la Aberystwyth University, en 2010; perdida después de 18 días de navegación (descalificada por dejar de transmitir su posición)
Imagen del Pinta extraída del blog Aber’s Autonomous Sailing Robot - Breizh Spirit, de la ENSTA Bretagne, en 2011; recuperada del mar después de 8 días de navegación. Repitieron en 2012, en este caso recuperaron el barco después de 4 días de navegación
El Breizh Spirit – imagen extraída de la web Archives Sept Jours Brest - Snoopy Sloop 8, del Team Joker, en 2012; perdida en el mar después de 8 horas de navegación. Repitieron con el Snoopy Sloop 9, recuperado en las costas de la Isla de Wight después de 15 horas de navegación; y con el Snoopy Sloop 10 en 2014, recuperado después de 24 horas de navegación (hicieron un nuevo intento un mes más tarde con el mismo resultado después de 2 días de navegación)
El Snoopy Sloop 9 – cortesía de GPSS - Erwan 1, de la École Navale, en 2013; recuperada por un buque 4 días después de su partida
- ABoat Time, de la United States Naval Academy, en 2014; atrapada por una red de pesca 5 días después de su partida
ABoat Time – imagen extraída de la web microtransat.org
Diferentes averías o accidentes acabaron con los todos los intentos de alcanzar el éxito. No esquivar un objeto no identificado le produjo en 2011 una avería al Breizh Spirit que terminó su aventura. Problemas de corrosión en los cables que conectaban los paneles solares hicieron que las baterías del Snoopy Sloop 9 se agotaran y dejaran el timón inactivo por lo cual no pudo cambiar su rumbo en 2014.
El recorrido realizado por las embarcaciones se puede consultar aquí; y las webs de todos los equipos registrados en el reto, aquí.
En lo que llevamos de 2015 se han producido otros tres intentos protagonizados por el Team Joker, la United States Naval Academy y la ENSTA Bretagne en colaboración con la Dalhousie University canadiense. Ninguno de ellos ha conseguido alcanzar siquiera la línea de salida marcada.
Toda la actualidad del desafío Microtransat se puede seguir a través de sus perfiles de Facebook y Twitter.
Otras competiciones similares
Existen dos competiciones similares pero para regatas cortas: el Campeonato Mundial de Navegación a Vela Robótica y la Regata Internacional de Navegación a Vela Robótica.
Si quieres saber más sobre veleros robóticos puedes visitar estos enlaces:
- History and Recent Developments in Robotic Sailing (Roland Stelzer and Karim Jafarmadar)
- Unmanned Surface Vehicles, 15 Years of Development (Justin E. Manley, 2008)
- Fuzzy Logic Control System for Autonomous Sailboats (Roland Stelzer, Tobias Pröll, and Robert I. John, Member, IEEE)
Artículo escrito por Juan A. Oliveira: Ingeniero Técnico Naval en Estructuras Marinas por la Universidade da Coruña. Responsable del área de Proyectos en Dinain. Divulgador naval en su blog Va de barcos. Puedes encontrarle también en Twitter: @WHOliveiraR
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