Los 17 compromisos para hacer del mundo un lugar mejor son el programa electoral de la ONU a 15 años vista. Y como todo programa electoral, está plagado de buenas intenciones y palabras huecas que dan lugar a cero compromisos concretos.

De estos compromisos, cuatro afectan al sector naval y son en los que la OMI pone el acento:

  • Nº 7: Fuentes de energía sostenibles
  • Nº 9: Industrialización sostenible
  • Nº 13: Cambio climático
  • Nº 14: Conservación de los océanos

Eso sí, en la OMI quieren ser el único gallo en el gallinero, supongo que para poder defender su idea de que el sector marítimo ya hace suficiente para aliviar el cambio climático y que por favor les dejen (nos dejen) crecer en paz.

En fin, como en cada cumbre, buenas intenciones y declaraciones sentidas de gobernantes pusilánimes incapaces de acciones firmes, concretas (¿para cuándo la ECA en el Mediterráneo?). Y lejos de contaminar menos, compramos a países subdesarrollados su «derecho» a contaminar, a la vez que subvencionamos el carbón (bueno al menos esto, en los barcos, no). ¿Con qué legitimidad moral decimos ahora a India, China o Brasil que bajen el ritmo? (Cuando además somos nosotros, los «occidentales», los que llevamos 200 años arrasando con todo.) Siguiente estación, París, COP21. Más de lo mismo.

Mientras tanto a los océanos les espera el Apocalipsis; o tal vez sea simplemente la evolución del planeta, que va de la mano de la nuestra desde la Revolución Industrial: hemos condenado a incontables especies de animales y plantas, pero ni la tierra desaparecerá ni nos quedaremos sin comida, gracias a inventos futuristas y, en última instancia, el Soylent Green. Lo transportaremos en barcos, por supuesto, ecológicos.


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